Mejores Paraguas

Las mejores comparativas y análisis de Paraguas

¿Vives en alguna zona donde es muy habitual la lluvia? ¡Paraguas es lo que necesitas y paraguas es lo que tenemos! Tenemos un completo catálogo de paraguas para que puedas elegir aquel que más se adapte a tus gustos y necesidades. ¡Lo que estás buscando está aquí!

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Por marcas

Los mejores paraguas del mercado

Aquí tienes una lista de los mejores tipos de paraguas. Lluvia fina o lluvia torrencial, da igual, con estos paraguas podrás hacerles frente sin mayores dificultades. Abajo tienes otra información general que te resultará de utilidad si quieres saber más sobre los paraguas. Pero, de momento, vamos a ver los mejores paraguas del mercado.

Paraguas transparentes

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Paraguas Mr. Wonderful

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Paraguas de colores

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Paraguas plegables

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Paraguas Inverso Reversible

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Paraguas para perros

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Paraguas Sombrero

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Paraguas infantiles

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Paraguas Gorjuss

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Paraguas de niño

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Paraguas originales

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Paraguas amarillos

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Paraguas de niña

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Paraguas grandes

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Paraguas Ezpeleta

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Paraguas para hombre

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Paraguas chinos

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Paraguas para mujer

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Más información útil sobre los paraguas

El paraguas es un elemento cotidiano en nuestras vidas, especialmente en invierno. Se usa casi a diario en muchas zonas en las que la lluvia es muy habitual. La variedad de tipos que existen en el mercado hace que sea conveniente pararnos un poco a ver cuál merece la pena comprar, así como conocer bien este objeto.

¿Quién inventó el paraguas?

Lo primero en lo que debemos detenernos es en saber cómo surgió este objetó, quién fue la persona que lo inventó. La invención del paraguas es algo que tiene mucha miga, pues mezcla leyenda y realidad en un viaje por varios países del mundo.

Empecemos por la leyenda, que nos dice que una china llamada Lu Mei retó a su hermano a ver quién construía antes algo que les protegiese de la lluvia. A la mañana siguiente, Lu había hecho un bastón con 32 varillas de bambú, entre las que había colocado una tela. Una manera efectiva y simple de protegerse de la lluvia.

No sabemos si la historia de Lu Mei es cierta, pero lo que sí sabemos por fuentes históricas es que el paraguas se utilizaba en china hace mucho, mucho tiempo. Concretamente, ¡desde el siglo XI a.C! Evidentemente, eran objetos muy precarios, que se rompían con facilidad.

Aunque queda clara su invención china, lo cierto es que con el tiempo se comenzó a utilizar también en Egipto y en Grecia, donde su uso cambió. El clima de esas zonas y la poca dureza de los paraguas provocaron su reconversión a sombrillas o parasoles para protegerse de este astro.

Más tarde, en 1823, el químico escocés Charles Macintosh inventó el primer modelo impermeable, que llamaba la atención por su fuerte olor a caucho. Esto hizo que empezase a ser utilizado como objeto de lujo por las clases altas, con el objetivo principal de distinguirse del resto.

Desde ahí hasta ahora su evolución ha sido paralela al de las sociedades modernas, en las que la clase media ha ido utilizando los productos que antes solo usaba la clase alta. Este es uno de ellos, utilizado ya por todo el mundo, ya que se puede encontrar a precios muy bajos.

Tipos de paraguas

Hoy en día el mercado es tan amplio y tan variado que resulta realmente difícil hacer una clasificación sencilla de ellos, ya que es posible encontrar tipos muy específicos para un uso concreto. En cualquier caso, te enseñaremos una gran cantidad de ellos.

• Clásicos: el de toda la vida. Un diseño muy sobrio, normalmente en colores oscuros, un tamaño medio y la utilidad y lo práctico como objetivos principales. Ofrecen un buen rendimiento, pero son aburridos como un domingo sin dinero, así que seguro que puedes encontrar más alegre.
• Anti-tormentas: son muy necesarios en lugares en los que la lluvia suele ir acompañada de fuertes vientos y caer con violencia. En esos casos un paraguas normal se rompe muy pronto, pues no están preparados para ese tipo de lluvia. Estos modelos son perfectos para esas latitudes.
• Automáticos: se trata de los más utilizados en los últimos años. Pequeños paraguas plegables que son muy útiles por el poco tamaño que ocupan. ¿Lo malo? Son muy poco resistentes, la superficie que cubren es muy pequeña y acabas metiéndolos empapados en el bolso.
• Gigantes: caballo grande ande o no ande. Hay gente que se siente mejor llevando un paraguas como para cubrir una plaza de toros entera. Esta opción también existe, y es perfecto para no mojarnos. El problema, claro, es la gran cantidad de espacio que ocupa cuando lo cerramos.
• Cortavientos: este tipo de paraguas no se usa mucho, pero es muy práctico para zonas en las que la lluvia es muy fina y llega siempre racheada y con viento. Su forma normalmente es triangular y son muy resistentes, aguantando bien el viento y parando esa lluvia molesta que da directamente en la cara.
• Para niños: los más pequeños quieren tener sus propios productos. No solo por el hecho de que sean más pequeños y se adapten a su tamaño, sino para que aparezcan en ellos sus personajes animados favoritos, los dibujos que les gustan o su equipo de fútbol preferido. Eso les motiva mucho para usarlo.
• Para perros: son uno más de la familia, y por tanto parece lógico también protegerles de la lluvia. Con eso logramos que este no sea impedimento para dar juntos o buen paseo y, además, que el perro no llegue empapado, ya que cuando eso pasa no huelen a rosas precisamente.
• Parasol: No son un paraguas como tal, aunque a veces resulten casi indistinguibles. Lo cierto es que su forma y sus materiales son diferentes, y por tanto también sus funciones. Pero es un tipo que está en pleno auge, siendo cada vez más demandado por gente de diversos lugares del mundo.
• Reversibles: A simple vista son muy diferentes de los paraguas clásicos, pero la verdad es que la única diferencia consiste en que se abren y se cierran por el lado contrario, lo cual es más práctico. Eso les da un aspecto raro, aunque cada día se usan más porque son mucho más útiles.

Vendemos todos los paraguas

Si has llegado hasta aquí es porque posiblemente estás pensando en comprar uno y quieres informarte bien sobre qué opciones tienes. Como ves, los tipos que existen son muy variados, y aquí los tenemos todos. Vas a tener a tu disposición también toda la información para ayudarte a elegir.

Como has visto un poco más arriba, hay ciertos criterios que debes tener en cuenta a la hora de elegir un paraguas u otro. Eso es así porque dependiendo de la zona en la que vivas, de tus características personales o de tus gustos y deseos será preferible para ti uno o u otro.

Puedes encontrar en este sitio las mejores marcas, con una variedad que te dejará la boca abierta. No hay más que pensar en qué marca quieres para tu paraguas y podrás encontrar información sobre ella y sobre sus productos a un par de clicks.

Cualquier tipo de paraguas que imagines se encuentra aquí. Y, dentro de cada tipo, puedes encontrar muchísimas opciones diferentes. Se trata de elegir lo que creas que más conviene para tu día a día y conseguir un producto de calidad que te deje satisfecho al 100%.

Sí, también puedes bajar al bazar chino y comprar uno, claro que sí. Pero sabes que dentro de tres días estarás de nuevo aquí buscando un buen paraguas, porque ese se te habrá destrozado y no habrá servido para nada. Y es que la calidad es lo más importante en este producto.

Si en cuanto a tipos tenemos todas las opciones, también las tenemos en cuanto a colores. La mayoría de paraguas son de colores oscuros, elegantes pero aburridos. Si quieres salir de eso y tener uno de colores, o de un color concreto, o incluso transparente, también vas a tener la opción aquí.

Ventajas del paraguas

Este producto no se compra por capricho.  ¿O sí? Lo cierto es que hay algunas personas que compran un paraguas elegante para usarlo como complemento en su vestuario, ya que es un elemento que puede darnos distinción y servirnos para ir a la moda.

Pero lo más normal es que quien busca un paraguas lo haga para no mojarse. Es un motivo simple, pero muy necesario, ya que si no lo usas acabarás empapado. Y llegar empapado al trabajo no mola. Hacerlo a una cita amorosa, tampoco mucho (aunque si eres un buen ligón quizá puedas sacarle partido).

El caso es que las personas tenemos la manía de no querer mojarnos cuando llueve. Nos gusta estar secos, no ir chorreando por la calle y no tener los pies mojados durante el resto del día. Y para eso, claro, necesitamos usar un buen paraguas que logre que podamos andar tranquilos por la calle en días de lluvia.

Esa es la principal ventaja de este objeto: poder salir a la calle en días de lluvia. Que si en esos días tenemos que realizar cualquier gestión o simplemente queremos pasear por gusto, no tengamos que quedarnos en casa porque no tenemos paraguas.

Pero no solo se trata de tener uno, sino de que sea de calidad. De nada sirve salir a la calle con paraguas si se trata de uno que casi no nos cubre, que se da la vuelta con el viento y que tenemos que tirar a la basura a mitad de camino, con el consiguiente cabreo.

Diferencias entre paraguas y parasol

Estos dos objetos pueden resultar muy parecidos a simple vista, pero la verdad es que poseen muchas diferencias que hacen que no podamos usar uno para la función del otro. Si lo hiciésemos, acabaríamos con un parasol destrozado o con un paraguas que nos da calor como si fuese un invernadero.

La principal diferencia entre ambos son los materiales. El paraguas, al estar preparado contra la lluvia, usa materiales impermeables, especialmente plásticos impermeabilizantes, con el objetivo de que el agua no cale y de que podamos estar tranquilos bajo él sin mojarnos.

El parasol, en cambio, está compuesto de tela. El porqué es muy sencillo: si estuviese hecho de los mismos plásticos que los paraguas, acabaríamos achicharrados bajo él, ya que se provocaría efecto invernadero. Esto crea una sensación asfixiante en la que resulta muy agobiante estar.

Y si usásemos el parasol para la lluvia acabaríamos empapados y con un parasol de 300 kg., ya que absorbería el agua al no tratarse de materiales impermeables, sino todo lo contrario. Estos son los motivos para que no lo usemos con la función del otro.

Seguro que después de esto ya tienes claro qué les diferencia y por qué no hay que utilizar uno en la función del otro, ya que todo serían inconvenientes y no obtendríamos ningún beneficio al hacerlo. En cualquier caso, aquí vas a poder encontrar unos y otros para que puedas elegir.

¿Comprar paraguas grandes o pequeños?

Es muy posible que te hayas hecho esta pregunta si estás buscando comprar uno. ¿Cuá es mejor? La respuesta es que depende. Tendrás que tener en cuenta tus características y la climatología de tu localidad para ver cuál te compensa comprar. Aquí te vamos a dar la información necesaria para que elijas.

Con un paraguas grande conseguimos el objetivo básico por el que se compra: no mojarnos. Esto puede parecer obvio, pero el hecho de que tengamos en cuenta otros muchos criterios hace que a menudo dejemos de lado o demos poca importancia a este, que es sin duda el principal.

Al ser su tamaño muy grande, podemos pasear tranquilos sin que se nos moje ninguna zona del cuerpo. Además, podemos ir con nuestra pareja dentro de él. Incluso podemos llevar a nuestros hijos para tener la seguridad de que no se están mojando gracias a nuestro gran paraguas.

Es decir, su principal virtud es su eficiencia a la hora de conseguir el objetivo para el que se compra. Esto es algo maravilloso en cualquier producto que compremos. Pero todo en la vida tiene contras, y en este caso no iba a ser menos, ya que también podemos sacarle alguna desventaja.

La primera es que en estos modelos el espacio que ocupan al cerrarlos suele ser un problema. Hay que tener en cuenta que un paraguas se encuentra cerrado casi toda su vida útil, incluso cuando lo sacamos a la calle pasa mucho tiempo así, por lo que el tamaño sí importa.

Ese excesivo tamaño hace que sea molesto cargarlo durante mucho tiempo. También provoca que no quepan en todos los paragüeros de los lugares a los que entramos. Y el hecho de ir dejándolo de paragüero en paragüero hace que sea muy fácil que se nos acabe olvidando.

Con los paraguas pequeños no tenemos estas desventajas, ya que no hay más que plegarlos y guardarlos en el bolso o incluso en el bolsillo del abrigo. Esto es una gran ventaja para movernos por la ciudad sin tener que llevar todo el día en la mano un pesado paraguas.

Suelen tener un tamaño parecido al de nuestra mano, con lo que podemos dejarlo en el bolso todo el invierno sin que moleste, y sacarlo en cualquier momento en el que veamos que está lloviendo. Todo esto hace que sean muy prácticos y que por eso sean los más demandados.

Pero también tiene desventajas, claro. La principal es que suelen ser de baja calidad y poco resistentes. Al priorizarse el espacio, la calidad y la resistencia del producto se resienten bastante, aunque es cierto que cada vez son de más calidad.

Además, la superficie de protección es bastante pequeña. Al tener menos superficie es muy complicado taparnos por completo, haciendo que sea muy común que lleguemos con el tronco seco pero con los pies o incluso media pierna húmedos o hasta mojados, y eso es muy molesto.

Otro de sus principales inconvenientes es que, si no son muy impermeables, al guardarlos en el bolso nada más llegar a un sitio estarán empapados, por mucho que los sacudamos. Aunque les pongamos la funda, transmitirán esa humedad al resto de objetos que tenemos guardados.

Y si optamos por guardarlo en el paragüero su pequeño tamaño hace que se deslicen hasta el fondo, entre los grandes paraguas, y luego sea difícil encontrarlo, teniendo que meter el brazo entre varios paraguas empapados. Además, es fácil que se nos olvide al no verlo directamente.

Con todo esto habrás podido ver que tanto unos como otros tienen varias ventajas e inconvenientes. Dependiendo de cómo te muevas tú en tu día a día y de lo que hagas te podrá convenir uno u otro. Lo ideal es tener ambos en nuestro paragüero para poder elegir según la situación.

Paraguas para niños pequeños

Mucha gente tiene dudas sobre si es bueno para los niños pequeños comprarles paraguas especiales o no. Hay pros y contras, y conviene tenerlos en cuenta para elegir la mejor opción, ya que con los más pequeños de la casa siempre es importante tomar buenas decisiones.

Los paraguas para niños pequeños tienen dos diferencias principales con los de los mayores: su tamaño, que es bastante más reducido y que se adapta a la estatura de los niños de esas edades, y sus colores, que pasan de ser sobrios a ser muy coloridos y llenos de animales o personajes de dibujos animados.

Con esto es fácil adivinar que a ellos les encantan, ya que son mucho más atractivos, divertidos y ellos mismos pueden manejarlos bien, encargándose de su propio paraguas y de no mojarse. Les suele gustar tener un paraguas de este tipo y llevarlo al colegio para enseñarlo a sus amigos.

De esta forma conseguimos también algo muy importante: fomentar su autonomía. Hacemos que el niño sienta que tiene que encargarse él mismo de no mojarse. Que él es el encargado de acordarse de llevar su paraguas, de no olvidarlo luego en el colegio, de cuidarlo, etc.

En estas edades la autonomía es fundamental, y en ella se basarán muchos de los comportamientos que tenga en edades avanzadas, por lo que todo lo que podamos hacer para fomentar que sean autónomos, independientes y capaces de valerse por sí mismo estará bien hecho.

Pero todo esto también tiene inconvenientes, claro. El principal es que al ser pequeños no tienen aún la fuerza y la coordinación suficientes como para llevar bien un paraguas, por lo que a menudo se les va cayendo y pueden llegar a terminar empapados.

Si en los adultos es malo estar mojado, en los niños aún más, ya que su sistema inmunológico todavía no funciona correctamente y son más propensos a resfriarse y a contraer cualquier tipo de enfermedad o de dolencia, por lo que esto es algo a tener en cuenta.

Otro aspecto negativo es que, para llevar a los niños al colegio en un día de lluvia, a poco que se tengan dos o tres hijos, hay que acabar cargando con una cantidad de objetos que puede hacer desesperarse a cualquiera, por lo que mucha gente prefiere no llevar más cosas.

Por eso algunos optan por comprar un paraguas gigante y llevar debajo a toda la familia, teniendo la tranquilidad de que cargando con un solo paraguas ya somos capaces de hacer que tanto los mayores como los niños lleguen secos.

Una opción más es la de tener el paraguas gigante y que los niños lleven también sus propios paraguas. Así ellos están felices porque llevan sus paraguas divertidos y tú estás tranquilo porque no se están mojando, con lo que todos salís ganando.

Paraguas innovadores

Este tipo de producto ha cambiado mucho en los últimos años, y se han ido introduciendo algunos modelos nuevos que estéticamente pueden resultar chocantes porque no estamos acostumbrados a usarlos, pero cuya creación tiene mucho sentido y que la gente usa ya. Algunos ejemplos son:

• Morral: Se trata de un tipo de paraguas que se lleva en la espalda, como una mochila. Tiene la gran ventaja de que nos deja las manos libres, con lo que podemos llevar la compra o cualquier otra cosa sin tener que emplear las manos. Muy práctico y útil.
• Doble: Un solo mango, dos sombrillas. Perfecto para pasear con la pareja de manera muy cómoda y pudiendo estar cerca el uno del otro. Es ideal para esas parejas a las que les gusta pasear bajo la lluvia sin mojarse. Un paseo romántico junto a quien más quieres.
• De cuerpo completo: Se trata de una especie de bola transparente en la que te metes para no recibir agua ni de la lluvia ni de los coches que salpican. Viene muy bien cuando asistimos a cualquier lugar en el que la presencia sea importante y no queramos llegar con nada de agua.

Como ves, las opciones con las que cuentas son muy variadas. Ahora estás en el sitio perfecto para poder tener la información necesaria para elegir. Si estás harto de los mismos paraguas de siempre y de que se rompan en seguida, estás en el sitio adecuado para conseguir algo mucho mejor.